Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

El brazalete

El brazalete Hola, antes que nada, me presento: mi nombre es Vadik ―shh, no se lo digan a nadie, se supone que nunca debo decir mi nombre―; soy un brazalete que vive en un viejo y sucio escobero, en El Paso, Nuevo México Los caminos que me trajeron hasta aquí son tan largos como irrelevantes. He vivido muchas vidas en muchos lugares. He conocido emperadores, zares y reyes; mendigos, viajantes y campesinos. Eso no importa ya, porque ahora estoy en el viejo escobero y esta historia no es sobre mí; es sobre Miguelito. Hacía años nadie me notaba, la última persona fue la vieja Clementina... ¡Oh! ¡Pobre vieja! Intentó advertir a todos sobre el secreto de su escobero, pero nadie la escuchó. Con su Alzheimer avanzado, sus hijos acusaron sus palabras a la enfermedad y la llevaron a un geriátrico. Allá fue mi buena Clementina y aquí quedé yo, solo otra vez. Las familias fueron y vinieron, ajenas a mí, hasta Miguelito. Creo que era por la tarde, difícil es decirlo

No lloro los muertos

No lloro los muertos de España, porque mueren otros en Siria. No lloro los muertos de Siria porque miles de niños mueren de hambre en África. No lloro los niños de África porque muchos mueren de enfermedades curables por falta de medicamentos. No lloro a los enfermos porque otros mueren a mano de ladrones cuando les quieren quitar lo poco que llevan. No lloro por los asesinados porque hay pibes que mueren en las villas a mano de los narcos. No lloro por esos pibes porque miles de mujeres mueren a mano de sus parejas. No lloro por las mujeres porque hay demasiados homosexuales que mueren por su orientación. Tampoco lloro por ellos... Y así es como nos rodeamos de indiferencia ante el dolor ajeno, como disminuimos las causas, como cambiamos el foco. Todas las muertes duele, y duelen dos veces cuando se usan como tierra para enterrar otras muertes. Hoy el mundo llora por los atentados terroristas. Por desgracia, en un mes ya no se hablará más de esto. Y junto con el olvido

Ego - Película Revólver

No es la primera vez que me pasa algo similar: me cuesta empatizar con una persona, incluso cuando estoy de acuerdo con lo que dice o piensa. Cuando uno quiere transmitir un mensaje, es importante limpiarlo del propio Ego. Entender que lo importante es lo que se quiere decir y no, el mensajero.  Esto lo escribí hace un tiempo y me vino a la memoria hoy (aclaro que no soy psicóloga y no hablo desde ese lugar): Hay una delgada línea entre el ego desmedido y la alta autoestima. Está perfecto que te sientas seguro de tus ideas, confiado de tener razón. Está bien que quieras defenderlas, argumentarlas, hacerlas oír. Estás en lo correcto al pensar que merecés ser oído, tener tu lugar para expresarte, que tenés algo importante que decir. Porque la autoestima se construye con eso, con conocimiento sobre vos mismo y sobre lo que te rodea, con la seguridad de saberte valioso. Pero cuando lo que hacés es escuchar el eco de tus palabras, te gusta oírte y leerte, estás enamorado de

Popurrí

Buen sábado.  Hacía mucho que no andaba por acá. Espero que anden todos bien :) Llevaba tiempo queriendo compartir con ustedes un par de recomendaciones de autores y obras independientes. El mundo de la autopublicación es grande, hay mucha oferta, y, a veces, nos cuesta elegir qué leer. Pareciera que nos la pasamos entre muestras gratis y muestras gratis para encontrar ese libro que nos llame, que nos enganche desde las primeras páginas. Aquí les dejo algunos que cumplieron mis expectativas, y otros que los tengo en espera porque prometen. Empecemos por: La hora sexta - H.Kramer   Mía Gentile batalla con una infancia esquizofrénica de alucinaciones demoníacas y una adicción a los calmantes aún latente. Después de veinte años se ve obligada a regresar a Lichtport, su pueblo natal, debido a la muerte de su padre. El reencuentro con personas que apenas recuerda, con la casa de su infancia y con el viejo faro junto al mar, despierta a los antiguos demonios de s

Ortografía y gramática en las redes sociales ¿TOC o problema real?

Ok. Lo admito. Es re «first Word problem», pero eso no lo hace menos problem. En general, en mis redes sociales me relaciono con personas del ámbito de la lectura y la escritura. Diría que el 70 % de mis contactos son de esa área, otro 10 o 15 % de mi anterior profesión ―sistemas― y el resto familiares y amigos de la vida. Lo mismo pasa con los grupos que frecuento. Por razones obvias, soy escritora independiente, la cantidad de grupos de lectura y escritura a los que pertenezco es abrumadora. Pero tengo dos hobbies: Uno, el maquillaje y el otro, la astrología amateur ―se lo debo a Florencia Bonelli. Ha creado un monstruo―. Eso me llevó a notar que hay una inmensa diferencia en la redacción de simples posts de unos y de otros. Incluso, es muy común que aparezcan en mi sección de noticia, miles y miles de chistes sobre ortografía y gramática. Yo misma los hago. La queja en el ámbito de la lectura sobre el nivel ortográfico crece cada día más, y muchos bromean con ser gra

Amazon o Wattpad ¿Por dónde empiezo?

Buen fin de semana y feliz día del trabajo (es mañana, pero los saludo adelantado) Hoy vengo a compartirles una experiencia personal que espero los pueda ayudar a elegir en qué plataforma publicar. No soy experta, soy una novata. Si estás en la misma que yo, quizás te sirva de guía. Mi primera novela escrita no fue «Entonces, me besó». Aquella primera historia todavía me espera, juntando polvo, a que la corrija y junte coraje. Me llevó más de tres años escribirla. Cuando la terminé sentí, como cualquier otro novato que se encuentra por primera vez ante la palabra «fin», que era buena. No lo era. La envié a editoriales ―las cuales ni se gastaron en contestar―, la compartí con amigos, intenté corregirla… todo, sin éxito. Llegué al punto en el que lo único que resonaba en mi mente era la palabra «fracaso». Sí, soy un poco melodramática, pero ¿acaso no lo somos todos los escritores? Entonces, tenía dos posibilidades: rendirme, tirar la toalla y aceptar que escribir no

Review: «Entonces, me besó» por Carolina de León

Buen jueves a todos. Quiero compartir con ustedes esta crítica que hizo Carolina ( MemiCaro ) en Wattpad sobre mi novela « Entonces, me besó ». Es un placer para mí contar con sus palabras. Carolina es la autora del Blog « Filmando en 3,2,1 » y periodista. En su sitio podrán encontrar notas de lo más interesantes, entre ellas, ésta sobre la plataforma Wattpad y el camino de los autores independientes: «Wattpad, la nueva puerta al mercado editorial» . Los invito a leerla. Ahora sí, luego de presentarla, les dejo su impresión sobre mi novela. Sinopsis : Alejo lleva años soñando despierto con Damien, desde la época de la secundaria; aunque jamás se hizo ilusiones, porque, bueno... él es hetero ¿o no?      Damien siente una inmensa insatisfacción, sabe qué lo provoca y teme admitirlo. Conoce las terribles consecuencias que tendría para él. Sin embargo, cuando conoce a Alejo, todas sus barreras se desmoronan...       ¿Serán esos sentimientos más fuertes qu

Cuando el romance se volvió violento y vendió

Las razones que me llevan a escribir esto son variadas. Es algo que me viene dando vueltas en la cabeza hace tiempo, pero este fin de semana, con lo sucedido en mi país, explosionó. Cuando entro a mi muro, hallo dos cosas: por un lado, el debate sobre violencia de género y, por el otro, millones de fragmentos de novelas de moda que hablan de millonarios misóginos que proponen a mujeres ―casi siempre por debajo de su estrato social― propuestas indecentes. Una y otra y otra vez. No pude evitar preguntarme ¿Qué pasó? ¿Dónde quedaron esas novelas que supe leer? ¿Acaso somos todas las lectoras de romance machistas? No. La respuesta es no. Es más, me atrevería a decir que, en honor a la historia, somos lo contrario. No voy a colgarle a la ―mal llamada― novela rosa el estandarte de feminismo. No soy tan bestia. La novela romántica no es, ni fue, precursora de este movimiento que tantos logros nos ha dejado a las mujeres. Pero sí ha sido, y dejó de ser, el medio masivo d